lunes, 27 de septiembre de 2010

Y si grito... ¿alguien me escuchará?

Pensar que estamos solos en este Universo ya tiene merito, es una cuestión de probabilidad (mas bien probable) que entre las millones de estrellas haya una parecida a nuestro sol que de cobijo y vida a una roca con unas cuantas condiciones, así explicado parece sencillo, ¿no?... pero es que, no es mucho más complejo, es solo una cuestión estadística.

Pero no nos vayamos tan lejos, los seres humanos somos caprichosos por naturaleza y no solo creemos ser el eje sobre lo que todo ha de girar, sino que no nos damos cuenta de la cantidad de vida y efervescencia que brota a nuestro alrededor...
Un día en la playa, es temprano, todavía no ha llegado nadie y nuestro primer pensamiento es: que bien, ¡estamos solos!... ¡¿qué?!, ¿se te ha ocurrido pararte a pensar que un terroncito de tierra alberga mas microorganismos que habitantes tiene el planeta?
Pones un pie en el mar... ¿sigues pensado que estas solo?, ¿y la cantidad de animales, algas, bacterias, y demás seres que se pueden encontrar incluso a cada gota desde la orilla hasta el horizonte? Bueno, dejemos el mar... no es necesario irse tan lejos...
Todos los días cuando salimos de casa nos encontramos el mismo árbol en la entrada, apenas nos percatamos de su presencia a menos que el viento agite sus ramas o caiga "algo" de su copa... como no caer, si un árbol está lleno de bichejos, de nidos, de palomas con sus respectivos parásitos...
Si diéramos unos pasos por una calle cualquiera y nos fijáramos de verdad, veríamos la cantidad de insectos que hay; hormigas, abejas. Alguna araña tejiendo...
Pero no, vayamos más cerca (que se puede...) el mismo aire que respiramos a diario, a cada bocanada, contiene virus, esporas...
La cama en la que dormimos tan tranquilos por las noches está repleta de millones de ácaros (si el colchón tiene algún año, habrá hasta jerarquías...).
Es normal que nos cueste asimilar y ver la cantidad de (a veces diminutos, otras no tanto, la ballena azul no se deja ver fácilmente...) seres que pululan a nuestro alrededor...Pero... ¿y los que no están a nuestro alrededor? ¿los que forman parte de nosotros? sin bacterias, sin millones de bacterias campando a sus anchas en nuestro intestino no podríamos vivir, sin miles de microorganismos anclados en nuestra lengua tampoco...por no hablar de nuestro inconsciente, que a veces parece llevar otra vida ajena a la nuestra.

Y lo curioso de todo es que... ¿solo somos los seres humanos aquí en la tierra los que somos conscientes de nuestra existencia?, ¿de veras podemos afirmarlo?...

2 comentarios:

  1. Qué biológico ha quedado esto, ¿no?, me hace gracia, quién lo iba a decir... hablando de esos bichitos, a mi me parece que lo prodigioso en ellos es el tiempo y el espacio, tan diferente al nuestro que parece que seamos de mundos diferentes...como tú dices, es por lo menos para pensárselo.

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  2. Hola Anónimo, gracias por tu comentario y... sí de vez en cuando podríamos parar a pensar en el resto de seres que cohabitamos en Gaia...quien sabe, por si hay alguna vez alguna revolución...

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